Cher collègue, (Querido Colega)

 

L'Association des professeurs de philosophie de l'enseignement public (APPEP) France, soutient votre défense de l'enseignement philosophique en Espagne est diffuse la déclaration suivante :

(La Asociación de profesores de Filsofía de la Enseñanza Pública de Francia apoya vuestra defensa de la Enseñanza Filosófica en España mediante la siguiente declaración:)

 
Declaración relativa al proyecto de supresión de los programas de filosofía  en España.
 
Se cierne la amenaza del proyecto de una reforma sobre la enseñanza de la filosofía en España. Quisieran sustituir las clases de filosofía por unas clases del mismo tipo que las que se conocen en Francia bajo la denominación de ECJS. Indudablemente quieren creer que semejante enseñanza tendría más eficacia, yendo a lo esencial de las necesidades de una sociedad democrática: una conciencia deliberadamente ciudadana, enterada de las leyes, de las instituciones políticas, capaz de debatir de los problemas considerados de actualidad. Probablemente con buenas intenciones, se trata de combatir lo que llaman indiferencia o repliegue individualista.

Es normal querer que cada uno se sienta ciudadano, vinculado a un conjunto, sabedor de derechos y deberes. Se puede tener la voluntad de instruir del derecho a futuros ciudadanos. Esto no se sustituye a una clase de filosofía. Si, por añadido, la meta pretendida es, mediante unos debates de opinión, interesar en cuestiones a ser posible de actualidad, he aquí a la vez:

 
En primer lugar, aquello  que se pretende remediar está mal identificado. A nadie le interesa una realidad que sólo se le impone. Unas leyes son nuestras y nos sentimos el deber de obedecerlas, si es posible actuar para que cambien, participar en la vida pública y no sólo debatir en la Escuela ( lo cual se vuelve un engaño). De no ser así, el lazo social se vive como una obligación en todo aquello que lo encarna.

Luego, por el pensamiento es como se siente uno vinculado al mundo. Ocupar su lugar en una sociedad, es inscribirse en el movimiento de su historia, el de los acontecimientos y el de las ideas. Es también llegar a ser capaz de una distancia pensada con respecto a aquella herencia. A ello contribuye la clase de filosofía. Lo propio de la clase de filosofía, es una cultura pensada, respecto a los pensamientos mejor establecidos, heredados de los filósofos.

Una clase de filosofía invita a reconocer en sí lo que no es individual, su humanidad. Compromete en una historia, requiriendo que se valore lo recibido y  lo que se quiere hacer con ello. Mas si suscita el pensar, no dice lo que se debe pensar. Quiere desarrollar en cada uno la autonomía y no pretende ejercerla en su lugar. Por eso  permite un compromiso que es auténticamente suyo.

Hacemos pues un llamamiento a que cada uno defienda, en España, en Francia como en cualquier otro país europeo, la existencia de clases de filosofía en la enseñanza de los institutos.

 
Por la « Association des Professeurs de Philosophie de l'Enseignement Public »
Édouard Aujaleu, presidente, Éric Oudin, Simon Perrier, vice-presidentes.
 
 
Edouard Aujaleu
edouard.aujaleu@neuf.fr
www.appep.net